Incluso si el colágeno hidrolizado en cápsulas o en forma líquida coincide con el principio de aliviar el dolor, es importante mencionar las diferencias significativas en sus respectivos métodos de producción.

Cuando se produce un colágeno hidrolizado líquido, se obtiene un producto con buenas propiedades de asimilación pero, desafortunadamente, a cambio existe un inconveniente no despreciable.

Durante el proceso de producción, si un polvo de colágeno hidrolizado se mezcla con agua, una reacción instantánea activa las moléculas de colágeno dentro de la botella.Esta bioactividad es crucial para la calidad del producto y debe mantenerse desde el momento en que se introduce el producto en la botella. Para mantener esta bioactividad a largo plazo, hasta que se consuma el producto, es necesario usar agentes conservantes, que la mayoría de las veces no son naturales.

Con respecto al colágeno hidrolizado que se encuentra en las cápsulas Genacol®, la situación es significativamente diferente. Dado que la mezcla con agua solo tiene lugar cuando se toman las cápsulas, la bioactividad se genera durante el proceso normal de digestión, por lo que no se requieren agentes conservantes . Esta importante ventaja es una de las razones esenciales por las que Genacol® se ofrece en forma de cápsulas. En consecuencia, con Genacol® se beneficia de un producto seguro de alta calidad, hecho de colágeno 100% puro, de fácil asimilación y, sobre todo, sin conservantes.